¿La realidad es tal como yo la conozco y la expreso?
Nuestra vida está llena de acciones y
decisiones y nosotros las consideramos como reales y únicas, porque es lo que
nuestros sentidos y nuestra cabeza nos dicen. Siempre hemos creído en
aquello que nos han dicho sin pensarlo dos veces. Por ejemplo, hace años decían
que la Tierra era plana y todo el mundo creía en esa teoría hasta que apareció
un hombre que se replanteó esta teoría. Así que por esto, cómo podemos estar seguros de las cosas o incluso cómo podemos estar seguros que de
verdad existen las cosas. Así que podemos estar seguros de nosotros mismos, podemos estar seguros de que las cosas
que vemos, que sentimos, que percibimos son reales, pero, acaso no pueden ser objeto
de mi imaginación. Porque, ¿qué es la realidad? Según la RAE es lo que ocurre verdaderamente o lo que es efectivo y tiene valor
práctico. Según la Rae la realidad es
algo que ocurre de verdad pero, en este punto llegamos a otra encrucijada
porque, ¿qué es la verdad? O que determina que algo sea la verdad.
Pero vamos a seguir hablando del tema
que nos incumbe que es la realidad, porque, ¿qué opina al respecto un
idealista? Para un idealista no existe
una realidad independientemente del sujeto que la conoce, es decir, sin un
sujeto que conozca no puede existir la realidad porque el sujeto es el
encargado organizar y construir la realidad. Además consideran que la realidad
no está directamente relacionada con el
conocimiento o el pensamiento, es decir, no vamos a poder llegar hasta la
realidad por medio del conocimiento o de los pensamientos. Sino que para llegar
a la realidad ansiada debemos partir de las ideas que son el objeto de
conocimiento.
Pero en cambio un realista es todo lo
contrario a un idealista, pues para estos la realidad no depende del sujeto. Esta existe independientemente del
sujeto, porque el sujeto no puede modificar o alterar la realidad, únicamente puede captar o conocer la realidad. Para un realista, el objeto de conocimiento
son las cosas, las cuales conocemos tal cual son.
Cuando conseguimos conocer la
realidad hay veces que no podemos expresar lo que queremos decir y es una
sensación frustrante porque, ¿por qué no podemos contar todo los que pensamos y
conocemos? Algunas personas podrían pensar
que esto se debe a que no tenemos la suficiente materia gris para conseguir
expresar todo lo que creemos pero, yo creo que eso no es todo el problema
porque creo que, por ejemplo, nuestras
emociones nosotros conocemos los efectos que nos provocan pero no podemos expresarlas porque en verdad
no sabemos lo que son porque ¿qué es el
amor, o la felicidad? Cómo podríamos definir algo que no sabemos qué es, ni
cómo funciona. A lo que me refiero es
que nosotros sabemos los que son porque lo sentimos, sentimos amor,
alegría, tristeza… pero qué son todas esas emociones, cómo podría dar una
definición que todo el mundo aceptara y considerara como propia. Este es uno
de los motivos por los que decimos la expresión “nos faltan las palabras”. Además creo que esto se puede producir porque hay momentos en nuestra vida, en
la cual nos pasan muchas situaciones de las cuales no sabemos cómo actuar o
como hablar a alguien porque vivimos diferentes situaciones que nos provocan
determinados sentimientos que a veces nos bloquean.
Además se me ha venido otra duda a la
mente, ¿Podemos pensar sin palabras? Pues la verdad es que yo creo que si es
más ya lo hemos hecho anteriormente, porque hace años cuando no habíamos
evolucionado hasta donde estamos ahora éramos capaces de pensar independientemente
de que pudiéramos hablar o no. Porque una de las pocas cosas de las que no
podemos dudar es que pensamos, incluso cuando creamos que no o cuando queramos
no hacerlo inconscientemente es un acto que hacemos en cada momento del día. Como hemos dicho estamos todo el día pensando
pero ¿Se corresponde nuestro hablar con nuestro pensar? Yo en parte pienso que
si porque las cosas las decimos porque previamente hemos pensado y reflexionado
sobre ellas, y lo que decimos lo consideramos como verdadero y además estaos
convencidos de ello. Pero también es verdad, que creo que a veces no pensamos
las cosas que decimos y las decimos por impulso, por ejemplo cuando tenemos una
discusión. Y también creo que aunque estemos de acuerdo con algo en vez de decir
aquello que se corresponde con nuestro pensamiento hay veces que decimos todo
lo contrario por diversas causas, ya sea
porque queremos mostrar cierta imagen de nosotros o porque no queremos que las
personas sepan nuestra verdadera personalidad.
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